Tomar precauciones contra el COVID-19 no debería quitarse de la mesa este Día de Acción de Gracias.
El virus puede representar un peligro menos agresivo, pero sigue siendo una amenaza, especialmente para los ancianos, los niños pequeños y las personas con sistemas inmunodeprimidos.
Con el regreso del invierno, los funcionarios de salud anticipan que las hospitalizaciones por el COVID-19 alcanzarán su punto máximo como lo han hecho en los últimos años.
Las hospitalizaciones ya han aumentado en Chicago en casi un 17%, con un promedio de una muerte por día la semana pasada, según muestran datos del Departamento de Salud Pública de la ciudad.
Esas cifras sólo pueden empeorar si nadie usa mascarilla, distancia social o se lava las manos en los aeropuertos de Illinois, por donde se espera que pase un récord de 290,000 viajeros durante el largo fin de semana de Acción de Gracias.
Otros que optan por quedarse en la ciudad también podrían plantear problemas, ya que sólo el 7.4% de los habitantes de Chicago han recibido la vacuna COVID-19 más reciente.
Renunciar a la vacuna actualizada sólo abre la puerta a perjudicar a nuestros familiares y amigos más vulnerables, quienes también deben tener mucho cuidado para no contraer la gripe y el virus RSV (por sus siglas en inglés), que también aumenta en invierno.
El virus no está matando a tanta gente como antes, pero sus secuelas pueden persistir. Un estudio reciente encontró que más del 50% de los pacientes con COVID prolongado no lograron mejorar un año y medio después de haber sido diagnosticados.
Las fiestas deberían ser un recordatorio de que si queremos seguir celebrando juntos, debemos permanecer alerta.
Hágase una prueba de COVID-19 antes de sentarse a disfrutar de una comida de Acción de Gracias y, si pospuso la inyección, programe una cita. Nunca es demasiado tarde, ya que en las próximas semanas comenzarán más festividades invernales.
Salir de casa para ver a sus seres queridos durante las vacaciones o incluso para una visita breve fue un lujo durante el apogeo de la pandemia. Que podamos cenar en comunidad una vez más es un acto por el que muchos estadounidenses están agradecidos. Sólo podemos tener la esperanza de que esa gratitud se extienda a más y más personas que tomen las medidas necesarias para mantener a todos seguros y saludables.
El Sun-Times agradece las cartas al editor y los artículos de opinión.