Un juez federal en Chicago le dijo el viernes a una cuñada de uno de los famosos gemelos Flores, que ayudaron a derrocar a El Chapo, que se ganó la lotería después de que él la sentenciara a libertad condicional por ayudar a su hermana a ocultar compras hechas con dinero de la droga.
“Este es el trato, es como si acabaras de ganar la Serie Mundial de béisbol... no lo arruines”, le advirtió el juez de distrito estadounidense Matthew Kennelly a Bianca Finnigan, de 34 años. “No tendrás una segunda oportunidad”.
Finnigan, quien se declaró culpable el año pasado de conspiración para lavar dinero, es la tercera persona sentenciada por cargos derivados de un caso de 2021 que acusaba a las esposas de los hermanos que alguna vez fueron los mayores narcotraficantes de Chicago de ocultar las ganancias de las drogas de las autoridades federales y de hacer compras de cientos de miles de dólares con ese dinero, gastándolo en coches de lujo, boletos de avión y matrículas de escuelas privadas.
Los gemelos, Pedro Flores y Margarito Flores, que se criaron en La Villita, fueron condenados por importar toneladas de cocaína a Chicago y otras ciudades de Norteamérica entre 2005 y 2008. Su cooperación con los fiscales fue clave para condenar al capo del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
Ambos hermanos fueron condenados a 14 años de prisión en 2015.
Vivianna López, esposa de Pedro, y Valerie Gaytán, esposa de Margarito, se declararon culpables a principios de este año de cargos que las acusaban de no haber entregado todas las ganancias del narcotráfico de sus maridos.
Los fiscales habían recomendado una sentencia de dos años de prisión para Finnigan, pero el juez coincidió con la abogada defensora Andrea Gambino en que su clienta tuvo el papel más mínimo en la conspiración.
Finnigan tenía un historial limpio, argumentó Gambino, y dijo que enviarla a prisión le causaría un daño significativo a su familia.
Finnigan dijo que estaba “avergonzada” de haberse involucrado en el plan y que lo había hecho a petición de su familia por ayudar a su hermana Vivianna.
“Lamento mucho, señoría, haber estado involucrada en algo de esto”, dijo Finnigan en la corte el viernes. “He sido ama de casa desde que tenía 19 años... Todo lo que he hecho siempre es cuidar de mis hijos y mi familia.
“Sólo espero y rezo para que puedan verlo y creer en mí”, añadió.
Kennelly respondió que podía entender “hasta cierto punto por qué alguien haría lo que hiciste.
“Lo que espero que hayas aprendido de esto es que sepas que la próxima vez que se presente una oportunidad de hacer algo estúpido… hagas una pausa y pienses en [tus hijos]”, dijo el juez.